Futaleufú está ubicada en el límite norte de la Patagonia Chilena.
A 156 km de Chaitén y 10 kilómetros de la frontera con Argentina, está en medio de la Cordillera de los Andes y es un verdadero paraíso para los deportes aventura.
Por la ruta que conduce a la frontera se ubica la Laguna Espejo donde los cerros se reflejan en sus claras aguas.
Saliendo de Futaleufú, a 8 kilómetros, hay dos hermosos lagos el Espolón y Lonconao, aquí el agua y las montañas se juntan con el cielo, hay cabañas, sitios para acampar y podés realizar paseos en bote y lancha.
El río Futaleufú es uno de los tres mejores del mundo para practicar kayak y rafting.
La Reserva Nacional Futaleufú protege a dos especies importantes de la zona como son el ciprés de la cordillera y el huemul, símbolo patrio de Chile.
El viaje desde Chaitén transcurre en un camino enclavado entre montañas, lagos y el verde brillante de su naturaleza pródiga en atractivos que despertarán todos tus sentidos para maravillarte con este lugar austral chileno.
Eran casi las cuatro de la tarde cuando estábamos arribando desde Chaitén a un parador en Futaleufú en el Bus D y R con un chofer muy amable, un viaje tranquilo y todos los asientos ocupados entre turistas y pobladores.
Teníamos conocimiento que ahora nos tocaba la parte donde hacíamos combinación con otras movilidades para llegar a la frontera.... o ... no hacíamos nada.
Pero sacamos enseguida los pasajes en Turismo Futaleufú que sale de Lunes a Viernes a las 19 horas y por sólo 8 kilómetros salía $ 2.500 es decir $ 62 pesos argentinos. ( Se terminaron los pesos chilenos ?, - no importa, aceptan pesos argentinos).
Estábamos contentas porque nos aseguraron que después que pasáramos los dos puestos en el lado argentino, nos esperaba un omnibus, Transportes Jacobsen, que va desde La Balsa (el límite) a Esquel con horario de salida 19.40 hs y al costo de $ 124.00 .
Hicimos tiempo en un bar muy tranquilo con precios accesibles y descansamos ya listas para el viaje final de este periplo trasandino.
La frontera fue rápida y sin espera, acá los argentinos no hacen aduana después de sus compras porque no hay mall con ofertas ventajosas y nadie revisó nada. Enseguida estábamos partiendo para Esquel ya en Argentina.
La terminal de Esquel estaba tranquila pero no había pasajes ni para Bariloche ni para Neuquén, los mochileros habían copado la ciudad y el alojamiento y el transporte estaban al rojo vivo.
Probamos suerte con Omnibus Mar y Valle que por la suma de 230 pesos cada una nos llevaría al otro día bien temprano 6.45 horas a Bariloche y allí veríamos la combinación para Neuquén.
Cenamos algo ligero en un resto bar que nos hizo aterrizar de pronto con los precios, bastante más caros que en Chile pero era la triste realidad y había que aceptarla.
No conseguíamos alojamiento y ya habíamos pensado "dormir" al aire libre" pero Verónica milagrosamente encontró un lugar un poco lejos pero era lo que había, el precio por una noche muy corta a precios argentinitos 1.300 pesos por una doble.
La señora Tootsy muy amable y extraña dejaba la puerta abierta (tenía un monitor lleno de cámaras en un salón) así que a la mañana tempranito nos fuimos, de la Hostería Nido de Cóndores o de Aguilas en la calle Evans 121. Fue una noche misteriosa .....
Al mediodía después de un viaje sin sobresaltos llegamos a Bariloche y en vez de buscar pasajes en los transportes más renombrados y con muchos pasajeros adquiriendo sus boletos fuimos a Transportes Cata que viajaba a Mendoza con escala en Neuquén. Salimos a las 13.30 hs y llegamos a las 19.30 hs a $ 450 cada una. Un precio económico y un viaje muy tranquilo con una atención perfecta. Es muy recomendable esta compañía. No lo olvides si tenés que viajar.
El final para un viaje breve e intenso y descubrirnos otra vez juntas. Y ...nos permitió también apropiarnos de un Chile bello y amistoso.
Un viaje para el mejor de los recuerdos...
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