NEUQUEN FACIL – Una guía para el
viajero independiente
Neuquén es la entrada a un fascinante mundo de montañas, volcanes, valles, ríos, cañadones y bosques milenarios. Hay infinidad de alternativas para realizar actividades que permiten que tus emociones se vivan a pleno. Turismo y aventura en un entorno paisajístico maravilloso. Una forma diferente de recorrerla.
Esta guía te permitirá conocerla y disfrutarla.
El continente americano se comenzó a poblar hace unos 40.000 años. Se cree que los primeros humanos que arribaron eran grupos de cazadores nómades provenientes del noroeste asiático que lentamente cruzaron el “puente intercontinental de Bering”, ya que en esa época el nivel del mar había descendido mucho y permitía el cruce justo en Alaska. Siguiendo las rutas migratorias de ciertos animales los grupos humanos arribaron a la actual provincia del Neuquén hace unos 10.000 años.
Estos grupos de
cazadores-recolectores que recorrían la región aprovecharon sus diversos ambientes.
Estos antiguos habitantes empleaban rocas para confeccionar sus armas e
instrumentos y aprovechaban el refugio que brindan las salientes rocosas o
aleros. En muchos de los cuales dejaron la huella de su presencia en forma de
pinturas que exhiben motivos abstractos como rayas, puntos y líneas curvas,
además de figuras que representan hombres y animales.
En la actualidad, Neuquén se nutre
culturalmente de diversas historias: descendientes de esos grupos como las
comunidades mapuches y de criollos descendientes de la colonización europea del
siglo XVIII y XIX.
Neuquén tiene un ciclo anual de
desplazamiento que repiten los crianceros nómades, con sus animales para
pastorear en las veranadas.
Acompañados por su piño de cabras o
la majada de ovejas van en busca de pastos tiernos en la ladera de las
montañas.
La vida de los crianceros y sus
familias siguen el ritmo de las estaciones y el ciclo de la naturaleza.
NEUQUEN que en mapuche significa “audaz,
impetuoso, altivo” cuenta paisajes diversos y muy bellos. Toma su nombre del
río Neuquén.
Está situada en la Región Patagónica
de la República Argentina. Limita al norte con la provincia de Mendoza, al este
con La Pampa y Río Negro, al sur con Río Negro y al oeste con Chile, de la que
la separa la Cordillera de los Andes.
Su clima es continental porque está
lejos del mar. Es templado y seco en el norte. Es más húmedo en el sur porque
recibe vientos con humedad nival en la cima de las cordilleras y árido en la
meseta central y en el valle de algunos ríos.
Tiene muchos recursos como la
ganadería, agricultura, la pesca, la explotación forestal y la minería
sobresaliendo la extracción de petróleo.
Su subsuelo resguarda fósiles de
dinosaurios y el legado de primitivas culturas.
Tejidos en telares verticales creados
en comunidades mapuches, alfarería, tallas realizadas en plata, madera y tierra
revelan un mundo transmitido por generaciones.
Las comunidades mapuches otorgan a la
provincia un perfil único. La población nativa actual es consecuencia de un
proceso histórico llamada “araucanización de la Pampa”. Iniciada a mediados del
siglo XVII, integró a la cultura y la sangre araucanas los grupos indígenas de
este lado de la cordillera (en nuestro caso, los pehuenches o “gente de los
pehuenes.” Desde entonces, las tierras al pie del volcán Lanín son lar de los
mapuches (“gente de la tierra”).
La economía de los mapuches se basa
hoy en la explotación leñera y la cría de ganado (sobre todo ovejas y cabras).
Algunos, además, prestan servicios turísticos, cosechan piñones de araucaria en
temporada y elaboran y venden artesanías. Las tejedoras de Ruca Choroi gozan de
fama por sus espléndidos ponchos y matras de lanas. El secreto quizás radique
en una costumbre ancestral. “A las niñas cuando son chiquitas, se les pone tela
de araña en las muñecas para que sean buenas tejedoras” revela Damasio Caitruz
en el documental Araucanos de Rucachoroy . Además, los cucharones, bateas y
fuentes confeccionados en madera de lenga, raulí, ciprés y otros árboles
nativos son muy apreciados.
En Ñorquinco, la comunidad local celebra rogativas al abrigo de su restituido rehue (espacio sagrado).
En Neuquén, bajo la copa de milenarios pehuenes las abuelas siguen haciendo correr las aguas de la tradición. Y en muchas partes resuena el mapudungun, la lengua de este pueblo.
El Pehuén (Araucaria araucana) es su árbol sagrado porque da identidad
territorial a quienes viven en sus dominios, brinda abrigo y comida, revela
conocimiento y es complemento de la vida.
Con su extraordinario porte y lento
crecimiento, presenta ejemplares
milenarios. Su principal relación con el ambiente surge de su semilla, el
piñón, de alto valor energético y base de la dieta alimenticia de las
comunidades aborígenes y de buena parte de la fauna regional desde hace
milenios.
El Pehuén con su clásica formación de
“paraguas” está a lo largo del Parque Nacional Lanín pero como
bosques puros en los lagos Ñorquinco, Rucachoroi y Tromen.
Desde su capital en continuo
crecimiento hasta la nueva Ruta del Vino que también incluye el turismo
paleontológico esta provincia tiene
lugares únicos donde se experimentan sensaciones inolvidables.
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