miércoles, 26 de junio de 2019

Cerro Tronador - Cascada Los Alerces - Bariloche - Patagonia Argentina


 Cerro Tronador y Cascada Los Alerces - BARILOCHE


Si salís de Bariloche  por la calle Clemente Onelli en el km 2002 de la Ruta 40 está el ingreso al Cerro Tronador y Cascada los Alerces.


Al poco tiempo aparece a nuestra derecha el lago Gutiérrez y de frente tenemos el Cerro Catedral en el que, aunque en la lejanía, se puede ver algo de su infraestructura como centro de esquí .

Como a 3 km. del extremo sur del lago Gutiérrez se encuentra la divisoria de aguas, dato curioso, las aguas del Gutiérrez desembocan en el Atlántico y las del Mascardi en el Pacífico. Un par de kilómetros más adelante ya comenzamos a ver el lago Mascardi el cual recibe el sobrenombre de lago de los 7 colores... ahora es de un azul profundo muy bonito. Más adelante encontramos a mano derecha la desviación que nos introduce en un camino de montaña y de ripio y es el que nos va a llevar hasta nuestros dos destinos de hoy.






Llegamos al cruce del puente sobre el río Manso el cual cruzaremos más tarde para llegar al Tronador porque ahora vamos por el camino de la izquierda, que sigue siendo de ripio, el cual transcurre por bosques densos de cipreses y coihues con el río Manso a nuestra derecha. Entre estos bosques aparecen bastantes esqueletos de estos árboles, en pie y caídos, que dan un toque amarillento en medio de todo el verde pero que, conforme avanzamos, van en aumento. Luego nos indicaron que es una plaga que ataca al tronco secando el árbol.

Ya estamos en un puente que cruza el río Manso y a la derecha queda el lago Hess. Es un paraje de gran belleza, el lago Hess con sus aguas cristalinas rodeado de espeso bosque verde enmarcado por altos cerros entre los que destaca el cerro Tronador, limpio de nubes, lo que permite ver con claridad sus tres picos, y se respira una paz, una tranquilidad.., es un día de sol brillante y el viento por esta zona parece haberse tomado una tregua.




Quedan unos tres kilómetros hasta el inicio del sendero que accede a la cascada de los Alerces que tenemos que recorrer andando, pero no nos importa ya que, como he mencionado, el día estaba muy bueno. Ahora tenemos el río Manso a nuestra izquierda entre bosques de Maitén, Ñire, Coihue y caña colihue, el cual poco a poco va tornando su carácter de “manso” a río correntoso y arremolinado, anticipando su caída.





 Este sendero se encuentra bien acondicionado sobre pasarelas de madera y con paneles informativos. La Cascada de los Alerces no es muy grande, tiene una caída de 15 o 20 metros, pero forma un remolino y un gran torrente que cae a varios pozones y sigue su camino conservando el aspecto de remolino. Las paredes por las que cae se encuentra plagada de helechos, musgos, unas florecitas de vivos colores, y otras plantas adaptadas a las sacudidas del agua, formando un jardín colgante a ambos lados de la cascada unidos por un espectacular arco iris. 




Todo el mirador se encuentra rodeado de bosque y de cañas colihue en su mayoría secas. Hay un panel explicando las características de estas cañas. Crece bajo la sombra de los coihues, florece cada 40 o 60 años de forma masiva, pueden florecer las cañas de una zona de varias hectáreas, (no se conocen la causa de esta floración ni se puede predecir), sus flores son como espigas que contienen gran cantidad de semillas ofreciendo comida a roedores y aves, después de esto, la planta muere. Me pareció una historia bonita pero desconocía la segunda parte de la que más tarde tuve noticia, estas semillas, al ser tan abundantes, producen grandes plagas de roedores que, lógicamente, es un problema. Y el hantavirus un peligro mortal para las personas.






Volvimos por el mismo camino empapándonos de la belleza de este sitio. Además de las plantas mencionadas anteriormente en esta senda hay varios ejemplares de alerce y otro panel con una leyenda muy bonita: El alerce es una conífera del bosque andino patagónico, un árbol milenario que puede vivir hasta 4.500 años, si bien ahora se encuentra en peligro de extinción. Para el pueblo mapuche tener amistad con el árbol, saludarlo y conversar con él es adquirir poder ante la muerte. El nombre del alerce en mapuche, lawall o lahuán significa poder sobre la muerte.

Realmente merece la pena este desvío en la ruta al cerro Tronador. 
Deprisa volvemos porque nos hemos entretenido bastante en la caminata, en el mirador y observando todo el paisaje y a las 14 horas se cerraba el acceso para el Tronador.

Cruzando el puente sobre el río Manso el recorrido sigue bordeando el lago Mascardi entre espesos bosques de coihue. Como a unos 6 km. hay un mirador, se trata de un balcón natural (con una valla de madera), con vistas sobre el Brazo Tronador del lago Mascardi, rodeado por escarpadas laderas cubiertas de bosques de coihue y ciprés. Destacan los colores del agua teñidas del blanco lechoso del río Manso Superior. Sobre el lago una pequeña isla, es la isla Corazón.













Continúa el camino de cornisa y estrecho, pasamos el hotel Tronador, cruzamos el puente sobre el arroyo los Césares que desciende de la laguna del mismo nombre y a partir de aquí comienza el Valle del río Manso Superior, valle glaciar rodeado por laderas abruptas y rocosas socavadas por el paso del glaciar. Más adelante además del bosque de maitén, coihue y ñire aparecen grandes extensiones de mallines destacando el Mallín Grande a la derecha. (La palabra mallín viene del mapuche y significa, en la Patagonia, tierras bajas inundables o humedales).
Pasando otro puente sobre el río Manso se llega a Pampa Linda. Desde aquí se obtienen unas de las mejores vistas del Cerro Tronador pero ahora se encuentra cubierto de nubes en su cima y solo nos deja ver uno de sus picos, y así siguió todo el resto del día.






El cerro Tronador es un volcán geológicamente activo pero que no tiene erupciones desde hace más de 10.000 años. Se encuentra en la frontera con Chile y tiene tres picos, el Internacional, el Chileno y el Argentino, cubiertos por un espeso manto de nieves eternas que se desplazan en forma de lenguas glaciares, tiene siete glaciares, en la vertiente argentina están el Frías, Alerce, Castaño Overo y Manso, que es el que da origen al Ventisquero Negro.








A 1 km. de Pampa Linda se encuentra el desvío para el saltillo de las Nalcas que dejamos para después y a 5 km. más se llega al mirador sobre el Ventisquero del Manso o Ventisquero Negro, posee amplia zona de estacionamiento y varios paneles informativos. Desde este mirador se ve la lengua terminal del glaciar impregnada por sedimentos, cantos rodados, piedras y tierra con un color marrón oscuro, de ahí el nombre de Ventisquero Negro. Realmente sorprende ver un glaciar de color tan oscuro y casi que no te crees que sea un glaciar, pero lo puedes comprobar en los trozos de hielo que flotan en la laguna que forma el deshielo del glaciar. El glaciar Manso se alimenta de las nieves del casquete superior del Tronador y desciende hasta el valle interrumpido por un acantilado de casi 600 m. de altura. Los seracs (bloques grandes de hielo fragmentado por grietas en un glaciar) de encima del acantilado caen, por el avance del glaciar, y el impacto de esta caída produce un estruendo igual al de los truenos dando lugar al nombre del cerro Tronador. Tuvimos ocasión de oír dos de estas caídas y además ver la segunda. En la primera estábamos echando fotos y comentamos ¡parece que se avecina tormenta! y al instante siguiente caímos en la cuenta de que había sido un desprendimiento del que vimos la nube que forma. La segunda caída la vimos y oímos perfectamente.









La ruta sigue 2 km. más hasta la base del Tronador. En esta posición no se ve la cima, solamente unos impresionantes acantilados con cascadas. Hay una zona de recreo y la hostería los Ventisqueros. Desde aquí sale una senda hasta un anfiteatro rocoso llamado Garganta del Diablo que posee un espectacular hilo de agua que cae desde gran altura, producto del deshielo. Nos conformamos con verlo desde lejos porque ya es tarde y apenas si queda gente. 



Leyendo historias de Bariloche encontré en un blog este relato que es muy bueno y es la descripción perfecta de este lugar de excepcional belleza para realizar en auto o en una excursión organizada.




Si sos amante de la montaña, la escalada, la pesca o simplemente sentís que esta geografía agudiza tus sentidos y aliviana tu espíritu, no dudes en visitar este lugar único en el mundo.






2 comentarios:

  1. recorrer estos lugares, es muy hermoso, son lugares que transmiten tranquilidad, para los amantes del turismo, muy recomendado estos paisajes, sobre todo tiene unos hospedajes espectaculares para poder pasar una noche increíble, lo leí en este articulo https://cabañasenzacatlan.com

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    1. Si, viví en Bariloche donde nacieron dos de mis hijos y realmente uno no se cansa de admirar tan bellos paisajes y la paz y tranquilidad que se siente. Espero que sigas disfrutando ese lugar que es sin duda " donde quizás estuvo el paraíso." Saludos. Silvia

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