Es famosa en Bolivia gracias a la Virgen de la Candelaria, más conocida por la Virgen de Copacabana o la Virgen Morena que por el color de su tez es la patrona de los bolivianos.
Caminando la cuesta hacia la iglesia los puestos afuera de flores e imágenes de la Virgen son increíblemente vistosos y el templo con su altar de oro laminado y las esculturas de la virgen y otros santos te maravillan y sorprenden.
Una extraña sensación de paz y respeto se adueña de tu espirítu y te da fuerza para seguir el camino donde la altura a veces te hace respirar con dificultad.
Copacabana, parte de su vida y movimiento está en su concurrido mercado donde las cholitas exhiben sus mercaderías.
Los olores, unos agradables y otros no tanto, sorprenden al viajero a cada paso.
La Isla del Sol que según cuenta la leyenda es un lugar sagrado donde nació el imperio incaico se encuentra a pocas horas de navegación, aproximadamente una hora y media.
Cuando comprás el boleto la gente de estos lugares es muy reservada y callada y no te da explicación alguna.
Hay dos viajes uno al sur donde está muy preparado para recibir al turismo. En este poblado, Yumani , se encuentra la mayoría de los hospedajes.
Podés hacer excursiones subiendo una impresionante escalera y para acceder a los hostales otras infinitas escaleras te dejan sin respiración y si vas con mochilas los casi 4000 metros se tornan insoportables.
Como si fuera un parque nacional los lugareños te cobran una entrada de acceso.
La parte norte es tranquila, con playas paa caminar y hostales sencillos. Una diferencia que es imprescindible para que puedas elegir lo que más te guste, lo populoso o lo tranquilo.
Las cholitas limpian los pescados en el lago para luego ofrecerlos de diferentes maneras y el pollo, la papa morada, papa cremosa, el chuño que es la papa deshidratada, el queso andino, los huevos fritos, el ispi, pequeños pescados fritos y los chicharrones de trucha pueden formar parte de una comida muy particular y sabrosa para degustar en ocasiones especiales.
A un costado en la playa verás las balsas de totora para navegar el lago, como lo hacían los pobladores precolombinos y como aún lo hacen sus descendientes. Están construídas por varas de totora unidas entre sí y amarradas fuertemente.
Visitar Copacabana y la Isla del Sol te permitirá maravillarte con una cultura andina fuertemente arraigada en su pobladores.
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